La obesidad dentro del campo biológico se encuentra enmarcada por la teoría de la celularidad adiposa, según esta teoría la obesidad puede dividirse en dos categorías: besidad Hiperplásica e Hipertrófica.
“Los obesos hiperplásicos son aquellos que tiene un mayor número de células adiposas que los no obesos mientras que los hipertróficos serían los que tienen igual número que los no obesos pero sus células son más alargadas. De esta forma, los obesos hiperplásicos tendrían un límite menor de pérdida de peso que los hipertróficos, ya que el número de células adiposas no se puede disminuir, por tanto, adelgazar más allá de estos límites supondría disminuir peligrosamente el tamaño de sus células” (Nieves, M).
Según la ubicación de la grasa acumulada y características específicas encontramos distintos tipos de obesidad:
* Obesidad Androide. Este tipo de obesidad se manifiesta en la mujer aunque realmente es más común en el hombre. “Se caracteriza porque la grasa se localiza sobre todo en la cintura es decir tiene “barriguita”. Se dice que tiene forma de manzana” (Madrid, 1998).
* Obesidad ginoide. Es un tipo de obesidad la cual “Se caracteriza por que la grasa se acumula sobre todo en las caderas. Se dice que tiene forma de pera” (Madrid, 1998).
Según investigaciones se ha llegado a la conclusión, que las personas que tiene una obesidad androide, tienen la grasa localizada en la zona de la cintura, en el hígado y otras vísceras, asociándose con diferentes tipos de enfermedades como “la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, el aumento de los triglicéridos y la disminución de las HDL” (Madrid, 1998), contrario a personas que presentan una obesidad ginoide, no tienen asociación directa con estas enfermedades (Madrid, 1998).
